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1 Pedro 2:24 "Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que muramos a los pecados y vivamos a la justicia por sus heridas, vosotros habéis sido sanados". Hay literalmente miles de enfermedades y dolencias que plagan a la humanidad, devastando familias y acortando vidas. Sin embargo, no hay peor enfermedad que esa monstruosa enfermedad llamada pecado. Es lo peor porque continúa atormentando y destruyendo incluso después de la muerte, separando a sus víctimas de un Dios santo y amoroso y dejando atrás las consecuencias para los seres amados. Mis amigos, este Viernes Santo y todos los días, recuerden que el Señor Jesucristo tomó la infección de nuestros cuerpos y la colocó sobre sí mismo en el madero.

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